Tabancureños que Inspiran - León y José Honorato

En el marco de nuestra nueva sección "Tabancureños que Inspiran",  desde la Asociación de Ex Alumnos del colegio Tabancura estamos llevando a cabo una serie especial de conversaciones con ex alumnos destacados del colegio Tabancura. La idea es destacar y celebrar los logros notables de nuestros ex alumnos en diversas áreas. Los dejamos con nuestra primera entrevista a León y José Honorato, socios fundadores de K-BURGAS, generación 2023.
 

Estamos encantados de tener a dos jóvenes emprendedores destacados en nuestra serie "Tabancureños que Inspiran". Ustedes, graduados en el 2023, han logrado combinar con éxito su emprendimiento con un excelente desempeño en la PAES. Además, León, es digno de mencionar que obtuviste el máximo puntaje en matemáticas. Gracias por unirse a nosotros y compartir su inspiradora historia.

Para comenzar, cuéntennos un poco sobre ustedes y cómo surgió la idea de iniciar su propio emprendimiento con el carrito de hamburguesas K-BURGAS.

Nosotros somos primos y amigos de la misma generación del Tabancura, somos casi como hermanos, por lo que generalmente nos entendemos bien. Todo comenzó hace años veraneando juntos en el lago Caburgua, dónde se generó nuestra fascinación por las hamburguesas. Luego a principios de 2023 decidimos llevar a cabo un emprendimiento, aprovechando nuestro gran conocimiento del arte de las hamburguesas. Y luego de meses buscando un buen nombre original y que nos marcara, a un gran amigo en común se le ocurrió k-burga, haciendo un juego de palabras entre Caburgua y burga (hamburguesas), y lo que dió lugar a K-BURGAS. Por lo que  fundamos este emprendimiento en julio de 2023.

Su emprendimiento con el carrito de hamburguesas ha recibido elogios por la calidad. ¿Cómo lograron mantener un equilibrio entre la gestión del negocio y el éxito académico durante su tiempo en el colegio?

Obviamente no fue fácil lograr ese equilibrio entre el estudio  y nuestro emprendimiento, ya que, por un lado debíamos concentrarnos en la PAES, manteniendo al mismo tiempo buenas notas en el colegio, y por el otro, debíamos administrar nuestro reciente negocio, de manera que fuera rentable y entregara a nuestros clientes una experiencia inolvidable.

Este desafío, lo pudimos sobrellevar con éxito, administrando de la mejor manera nuestro tiempo y prioridades, dejando de lado los carretes por ejemplo y ocupando ese tiempo para estudiar o dedicarnos a nuestro emprendimiento.  

Emprender siempre conlleva desafíos. ¿Cuáles fueron los mayores obstáculos que enfrentaron al comenzar su negocio y cómo los superaron?

El primer desafío, y que nos impidió  comenzar este emprendimiento antes, fue conseguir la licencia de manejo. Luego había que conseguir todos los implementos, lo que nos obligó a acudir a dolorosos préstamos, puesto que a ambos nunca nos dieron mesada y no quisimos pedir plata a nuestros padres. Pero lo que más nos quitó el sueño y no nos dejaba tranquilos, era tener ese sentimiento de incertidumbre, acerca de si íbamos a tener éxito o al contrario, íbamos a tener que buscar otra idea de negocio. Pero afortunadamente gracias a tener grandes familias y una amplia red de amigos, pudimos partir y agarrar vuelo, luego de semanas pensando que todo había salido mal.

Volviendo a su tiempo en el colegio, ¿cómo influyó la educación recibida en su desarrollo emprendedor y en su capacidad para enfrentar múltiples responsabilidades?

Nuestra educación recibida por parte del colegio fue un factor clave en nuestro proceso de emprender y junto con esto, afrontar múltiples responsabilidades simultáneamente. El colegio nos entregó muchas herramientas, pero lo más importante, fueron los valores y conocimientos que nos transmitieron a lo largo de los años, también el orden y la disciplina propia de los tabancureños.

¿Hay algún recuerdo especial de su tiempo en el colegio que destaquen como un momento que haya dejado una huella duradera en ustedes?

Sin duda el momento más emocionante fue el momento en que nos fuimos del colegio, cuando todo básico nos fue acompañado, formando una gran despedida entre saludos y vítores. Todo esto mientras todos salíamos felices gritando y cantando por la felicidad de la situación.

¿Qué consejo le darían a otros jóvenes que están considerando emprender?

Lo más importante es lanzarse sin miedo a fracasar, porque lo más probable es que se fracase. Pero aunque todo salga mal, hay que seguir adelante, y si la idea ya no tiene ningún futuro posible, simplemente habrá que cambiar el modelo de negocio. Pero hay que tener paciencia porque ideas hay infinitas, y alguna funcionará tarde o temprano. Hay que entender que aunque se fracase 5 veces, si la sexta se logra llevar a cabo, ya habrá valido la pena. Y aunque se fracase valdrá la pena, ya que cada derrota nos deja una enseñanza y nos hace más fuertes.

Agradecemos mucho su participación, León y José, y estamos emocionados de compartir su inspiradora historia con la comunidad Tabancureña.